Montenegro es uno de los países más pequeños e intrigantes de Europa, pero al mismo tiempo esconde paisajes preciosos y difíciles de encontrar en otros lugares. Uno de ellos es la bahía de Kotor, una cápsula de belleza que está ubicada en la Costa Dálmata y que a menudo se conoce como el fiordo más meridional de Europa.
Y como las cosas más bonitas de la vida vienen en dosis pequeñas, esta bahía tiene una superficie de apenas 30 kilómetros. Eso sí, en ese pequeño territorio conviven montenegrinos, albaneses, bosnios y serbios, así como diferentes culturas, idiomas, costumbres y religiones. La mejor alternativa es recorrer esta costa accidentada en coche, pues eso te permitirá hacer todas las paradas que necesites y no perderte ni uno de sus encantos.
Herceg Novi, un imprescindible en la bahía de Kotor
Te proponemos que empieces la ruta por la ciudad de Herceg Novi. Se trata de un pueblo con toques medievales, calles empedradas y los clásicos puestos de artesanía que venden productos locales. El casco histórico es uno de los lugares con encanto de esta ciudad y será inevitable no toparse con la fortaleza de Kanli Kula. Es más, su anfiteatro ofrece unas fantásticas vistas panorámicas de toda la bahía de Kotor.
Otros lugares que merece la pena visitar son la iglesia ortodoxa, la Fortaleza del Mar y la Fortaleza Española, que recibe precisamente ese nombre porque en el siglo XVI, durante un año, la ciudad de Herceg Novi perteneció a España.
Risan
Siguiendo la ruta por carretera a lo largo de la bahía de Kotor nos topamos con Risan. No obstante, las vistas entre Herceg Novi y esta localidad, una de las más pequeñas de la zona, son las más impresionantes de todo el recorrido. Al llegar encontrarás una pequeña localidad que aunque no es la que más destaca por su belleza, sí tiene algunos lugares que merece mucho la pena visitar.
Se trata del asentamiento más antiguo de la bahía de Kotor y por eso es un lugar muy conocido por sus mosaicos. En el pasado era una villa de marineros y por eso Risan está completamente rodeada de aguas cristalinas. Os recomendamos hacer una parada en alguna de sus playas, que son muy tranquilas y permiten disfrutar del clima de Montenegro. Si prefieres un plan más animado, la zona del puerto está llena de bares.
Perast, una ciudad al estilo de Venecia dentro de la bahía de Kotor
De camino a Perast se pueden hacer varias paradas para contemplar el paisaje o hacer fotografías. Esta ciudad se define popularmente como 'la Venecia de Montenegro', pero no precisamente por sus canales, sino por sus templos, su arquitectura y sus palacios venecianos. A orillas del mar se encuentra la iglesia de San Jorge, uno de los lugares más impresionantes la bahía de Kotor.
Este pequeño municipio tiene menos de 500 habitantes y está situado en el valle del fiordo, un lugar perfecto desde el que contemplar la belleza la zona. Es una ciudad también pensada para los turistas, pues el tráfico del casco urbano está restringido. La mejor opción es perderse por sus calles y sus encantos.
Las Islas de San Juan y Nuestra Señora de la Roca
Antes de llegar al destino final de la ruta por la bahía de Kotor se divisan dos grandes islotes a los que se puede llegar en barca desde Perast. Son las islas de San Juan y Nuestra Señora de la Roca y llegar hasta ellas es uno de los planes más habituales en la zona.
La primera isla tiene unas fantásticas vistas de un monasterio benedictino, mientras que la segunda isla tiene una iglesia que precisamente se llama Nuestra Señora de la Roca. Las vistas que ofrece son otro de sus puntos fuertes, mientras que las aguas turquesas de su alrededor completan el impresionante paisaje.
Kotor
Kotor es la última parada de este recorrido. Esta ciudad es una de las más importantes de la bahía de Kotor, pues le debe su nombre. Ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad y destaca por su esencia medieval. Es más, una muralla de cinco kilómetros rodea la ciudad y esconde pequeños tesoros, como el Palacio Ducal de estilo veneciano o la catedral de San Nicolás.
Es el lugar perfecto para perderte por sus callecitas empedradas, sus palacios de piedra y todos estos talleres artesanos locales. Entrar en Kotor es hacer un viaje en el tiempo. Y para terminar la ruta por todo lo alto, recomendamos subir por la ladera de la montaña para llegar a la Fortaleza de San Juan y disfrutar de otra de las grandes estampas de la zona.
Si quieres disfrutar de este paraíso natural y recorrer la bahía de Kotor de principio a fin, alquila ahora un coche con OK Mobility en Podgorica o en Tivat. ¡Aprovecha al máximo tu viaje por Montenegro!
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