Milán es la capital de la región de Lombardía y una de las grandes áreas metropolitanas de Italia. Si tienes previsto pasar unos días en la capital de la moda italiana, debes visitar la Piazza del Duommo, la Galleria Vittorio Emanuele II, comerte una pizza en uno de sus restaurantes, pasear por los canales del barrio de Navigli o perderte en las calles del distrito de Brera, uno de los más artísticos y bohemios de la ciudad.
Sin embargo, como ocurre en la mayoría de las grandes ciudades, si te alejas unos kilómetros de Milán encontrarás muchos otros lugares que merece la pena visitar. Déjate sorprender por las localidades con más historia de la región de Lombardía y disfruta de los tesoros que se encuentran en plena naturaleza.
Lugares que ver cerca de Milán
Lago di Como
El famoso Lago di Como se encuentra a unos 50 kilómetros de Milán. Habrás oído hablar de él e, incluso, lo habrás visto en la gran pantalla, pues allí se han rodado escenas de películas como 'Casino Royale' o 'Star Wars'. Las rutas para visitarlo parten de distintas localidades cercanas, aunque la más habitual es la ciudad de Como.
Hacer una ruta en barco por este lago es una actividad obligada si viajas a Milán. Ubicado a los pies de los Alpes Réticos, el lago tiene forma de Y invertida. En cada metro que recorras te toparás con montañas altas y espectaculares, bosques e incluso pequeñas casitas. Como era de esperar, este lugar ha inspirado a artistas de todo el mundo y se ha convertido en la residencia habitual de personajes como George Clooney.
Sacro Monte di Varese
El Sacro Monte di Varese no es uno de esos lugares tradicionales que aparecen en las guías turísticas de los alrededores de Milán. Más bien, es uno de esos misterios relativamente ocultos que merece la pena visitar, ya que está incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Es uno de los principales montes sagrados de la región de Lombardía y está formado por 14 capillas. Este amplio espacio en plena naturaleza, lugar de peregrinación, tiene un recorrido de 2 kilómetros y finaliza en un tradicional borgo a 850 metros de altura. Allí, podrás disfrutar del santuario que recibe el mismo nombre.
Vigevano, otra de las maravillas de Milán
No te puedes marchar de Italia sin antes visitar la ciudad de Vigevano y, en concreto, la plaza más famosa del país de la bota. Aunque hay lugares muy emblemáticos en muchos otros rincones del país, los italianos coinciden en que la Plaza Ducal —conocida como El Salón de Italia— es la más bonita de su geografía.
Al pisarla sentirás que estás haciendo un auténtico viaje en el tiempo por la naturaleza de sus palacios, de los pórticos y de las piedras. Además, es una plaza que siempre está llena de vida. No es el único lugar atractivo de la ciudad, pues también podrás visitar el Museo Leonardiana, donde se exponen las grandes obras de Leonardo Da Vinci, o su Palacio Ducal.
Cinque Terre
Si quieres visitar un paisaje natural, de esos que parecen sacados de una postal, debes visitar Cinque Terre. Su nombre hace referencia a las cinco tierras, pues está compuesto por cinco pueblos antiguos —Corniglia, Manarola, Monterosso, Vernazza y Riomaggiore— que se han formado en la ladera de la colina y que rozan el mar.
Cada uno de esos municipios tiene unas características completamente distintas. Sin embargo, como podrás imaginar, sus calles destacan por ser sumamente estrechas y empedradas. Se trata de uno de los países más bonitos de Italia y, además, está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Verona, imprescindible si visitas Milán
La ciudad de Verona es un clásico por el romanticismo que se respira en ella. Allí, Romeo y Julieta vivieron su idílico romance, por lo que encontrarás constantes referencias a la pareja. Podrás visitar la casa de Julieta, sorprenderte con sus paredes llenas de mensajes de amor y, por supuesto, ¡no podrás marcharte sin tocar un pecho a la estatua de Julieta! Como dice la leyenda, si lo haces, volverás a Verona o encontrarás el amor verdadero.
Aunque la historia de la pareja es uno de los grandes atractivos de Verona, no es el único. También podrás visitar el Arena, uno de los anfiteatros más importantes de la etapa romana, o pasear por la Piazza delle Erbe.
Muchos de estos lugares son de visita obligada si pasas unos días en Milán, pero si realmente quieres disfrutar de los encantos de la geografía italiana, de su gastronomía y de aquellos lugares más recónditos, recomendamos que lo hagas en coche. Podrás planificar la ruta a tu gusto, hacer todas las paradas que consideres y explorar aquellos lugares que te dejarán sin aliento. Alquila un coche en Milán con OK Mobility y déjate sorprender por todos los secretos que esconde la región de Lombardía.
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