Si estás pensando en adquirir un coche nuevo y te preocupa tanto el ahorro como la contaminación al medio ambiente, es probable que tengas dudas sobre qué tipo elegir: híbrido, diésel o gasolina. ¡Hoy te damos la respuesta!
¿Cómo elegir entre un híbrido, diésel o gasolina?
Las opciones de vehículos se han multiplicado en los últimos años, por lo que la elección de un coche nuevo puede complicarse considerablemente si no tienes claras las diferencias entre unos y otros. Además del híbrido, diésel y gasolina, existe también la posibilidad de adquirir un coche eléctrico. Pero dado que con estos se depende de las estaciones de recarga, nos centraremos en los tres primeros, que cuentan todos con un motor de combustión.
Para ello, vamos a ver individualmente las características de cada uno, así como sus ventajas e inconvenientes. De manera que para cuando acabes de leer este artículo, ¡ya tengas claro si te interesa un híbrido, diésel o gasolina!
Híbrido
Existen multitud de variantes dentro de los vehículos híbridos, pero, por lo general, con este término se hace referencia a aquellos que combinan un motor de combustión, ya sea con gasolina o diésel, con uno eléctrico. Incluso en esta clasificación, hay múltiples opciones y entre ellas destacan los híbridos convencionales, cuya batería se recarga con las frenadas y el motor térmico, y los híbridos enchufables, que además de los dos motores llevan una batería recargable por toma.
La batería de estos últimos tienen un tamaño lo suficientemente grande para permitir recorrer alrededor de 55 km. Los modelos más recientes superan ya esta cifra. El modo eléctrico está recomendado en ciudad, dado que es ahí donde el consumo de combustible sería mayor. Así, las emisiones también serían nulas y se podría incluso circular por carriles de BUS y VAO o en el interior de las grandes ciudades.
Sus ventajas podría decirse que son el ahorro del combustible en los desplazamientos por ciudad y los accesos a parking gratuito y zonas reservadas. En contraposición, son vehículos más caros y pesados, lo que dificulta la conducción y aumenta el gasto en combustible cuando se hace uso de este. Además, se depende de la carga de la batería y tienen un menor espacio disponible debido a esta.
Diésel
Los coches diésel han sufrido altibajos desde que llegaron al mercado. Inicialmente, eran concebidos como una excelente alternativa a la gasolina. Pero con el paso de los años, se demostró que no eran tan respetuosos con el medio ambiente como se decía y que la diferencia en el consumo no compensaba lo suficiente con ese precio más elevado.
En la actualidad, este panorama ha cambiado, ya que hay modelos que sí cumplen con la normativa Euro 6, por lo que son ecológicos y tienen un consumo muy reducido, así como un precio inferior en el combustible.
Pero si realmente queremos sacarle todo el partido a este tipo de coche, es necesario circular fuera de ciudad al menos 20.000 km al año. De este modo, podrá percibirse la diferencia en el consumo con respecto a la gasolina y los dispositivos anticontaminación funcionarán a pleno rendimiento. También se adapta bien a la conducción deportiva.
Podría decirse así que sus ventajas son un consumo más reducido en trayectos largos, un precio del combustible inferior, menores emisiones en los modelos más nuevos y un par motor de mayor tamaño. Sin embargo, su precio de compra y su mantenimiento es más elevado, pero también las emisiones de NOx en algunos modelos.
Gasolina
Los coches de gasolina son la mejor opción cuando se circula por carretera y se recorren menos de 20.000 km al año. Pero también son una buena elección para la conducción deportiva. Los precios son muy variados y es posible adquirir desde vehículos de ocasión a un coste muy económico hasta otros nuevos por importes más elevados.
A grandes rasgos, entre el híbrido, diésel y gasolina, son los más fiables y su mantenimiento tiene un coste medio. Además, por su motor, también resultan ligeros. En cuanto a los inconvenientes, tienen un consumo de combustible más elevado y este es más caro, y también las emisiones de CO2 son altas.
Entonces, ¿híbrido, diésel o gasolina? Pues como se puede observar, todo dependerá de la prioridad que se tenga o del tipo de conducción. Si solo vas a circular por ciudad, los eléctricos o los híbridos son la mejor opción. Para quienes circulen por carretera largas distancias con una conducción estable, los diésel permitirán ahorrar en combustible. Por último, si tus necesidades son variables y deseas ahorrar en el coste de adquisición y el mantenimiento, entonces apuesta por la gasolina.
Busques lo que busques, en OK Mobility podrás encontrarlo. Desde vehículos en alquiler y suscripción hasta otros de ocasión a una excelente relación calidad y precio. ¡Consulta ahora todas nuestras opciones de movilidad!
publicación