La gran sorpresa, el gran destino desconocido del país teutón es, sin duda, Frankfurt. Rascacielos, arte y las míticas salchichas atraen al viajero a esta ciudad europea, distinguida tanto por su potente modernidad como por su profunda identidad cultural. Déjate cautivar y descubre esta localidad de energía contagiosa, y muchísimo más, en la ruta por Alemania en coche que hoy te proponemos.
Alemania en coche: ‘Mainhattan’
Recoge tu vehículo de alquiler en el aeropuerto de Frankfurt, a 15 minutos del centro, y empieza tu ruta. Esta metrópoli, sembrada con los edificios más altos de Europa, se ha ganado el apelativo de ‘Mainhattan’ entre los lugareños. No solo por esas construcciones verticalmente interminables. También por el río que la recorre –el Main-, y por ser la capital financiera del país y del Viejo Continente. Pero toda moneda tiene dos caras: ‘Bankfurt’ es una. La otra es el casco antiguo, que nos trasporta directamente al Medievo.
Tras esta introducción, empecemos nuestro recorrido por el centro-oeste de Alemania en coche.
Un centro histórico que sigue latiendo
Arrasado durante la II Guerra Mundial, el centro histórico renació de sus cenizas. La zona más antigua de Frankfurt, cuya vida –muy activa- gira en torno a la plaza Römerberg, es una de las más bellas de Alemania.
Allí encontraremos las clásicas casas de fachadas con entramado de madera, del siglo XV, que contrastan con la pregótica iglesia de San Nicolás. En nuestro viaje por Alemania en coche no puede faltar una visita a la barroca Katharinenkirche, donde fue bautizado Goethe, el gran dramaturgo, poeta y novelista alemán de alcance universal. A pocos metros se halla la catedral de San Bartolomé: desde su torre disfrutarás de unas vistas impresionantes de la urbe. Y algo más al norte, el majestuoso edificio de la ópera te acabará de fascinar por completo.
Rascacielos, museos y sidra
Al este se encuentra la ‘City’ alemana, con rascacielos increíbles que son un gran orgullo local, algunos con la firma de arquitectos como el elegante y tecnificado Norman Foster. Son absolutamente imperdibles, en esta ruta por Alemania en coche, el Eurotower (sede del Banco Central Europeo) y el Maintower, de 200 metros de altura y con un mirador espectacular. Cruza el río y dirígete a la Ribera de los Museos, donde se alinean los más importantes. Son dos los que debes visitar, ya que son dos verdaderas joyas: el de Cine y el Städel, con obras de Durero, El Bosco, Rembrandt o Degas. Tras unos pasos llegaremos a Sachsenhausen, un coqueto barrio residencial en el que pequeñas tiendas ‘trendy’ se entremezclan con bares y tabernas. ¡Sorpresa!: aquí el líquido estrella no es la cerveza, sino el 'Apfelwein' –sidra-, la tradición más auténtica y artesanal de Frankfurt. Acompaña esta maravillosa bebida con unas buenas salchichas con salsa verde.
Alemania en coche: un cóctel de historia, naturaleza y diversión
Tras unos días intensos en la gran urbe, continuamos nuestro viaje por Alemania en coche para descubrir lugares encantadores que no están tan señalados en los mapas.
Maguncia
De parada obligatoria en esta ruta por Alemania en coche es Maguncia, la villa que vio nacer la imprenta moderna en Occidente (siglo XV). A unos 50 minutos de Frankfurt y asomada al río Rin, es una localidad muy caminable. Merece absolutamente la pena el museo Gutenberg, donde esperan, en una sala blindada, las dos primeras biblias impresas por el ilustre inventor. Acércate a la iglesia gótica de San Esteban, cuya principal atención son las magníficas vidrieras de Marc Chagall, y piérdete después en su imponente catedral milenaria. Muy cerca están las casas del Kirchgarten, tan antiguas como pintorescas. Remata el día con las deliciosas tapas y vinos blancos locales a orillas del río: un momento inolvidable.
Heidelberg
El próximo destino en este recorrido por Alemania en coche es Heidelberg, a una hora al sur de Frankfurt. Esta población, de preciosas calles adoquinadas, acoge la universidad más antigua del país, fundada en 1386. Aconsejamos descender a los calabozos subterráneos de la institución, donde, entre 1778 y 1914, se confinaba a los malos estudiantes (fíjate en los grafitis). El ambiente académico se mezcla con un constante trajín de bicis y con escapadas al hermosísimo entorno natural de la localidad. Hay que visitar el castillo, mítico y solemne, que domina el serpenteante río Neckar.
Crúzalo y dirígete al casco antiguo, en el que la bulle la diversión y las jarras de cerveza tradicional.
Esperamos que disfrutes muchísimo de esta ruta por Alemania en coche que hemos preparado para ti. No dejes de consultar nuestras múltiples ofertas y recorre el país de la forma más cómoda y segura.
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