Los 5 errores más comunes al contratar un renting y cómo evitarlos

Toma nota de estos consejos para tu renting y evita los típicos errores que a largo plazo te pueden costar muy caros.

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El renting tradicional, con contratos que van desde los 24 hasta los 60 meses, es uno de los modelos favoritos de quien quiere tener un coche nuevo sin las complicaciones de la compra. Eso sí, hay cosas que debes tener en cuenta, y a continuación te damos algunos consejos para renting.


Incluye una única cuota mensual con seguro, mantenimiento, impuestos y asistencia. De esta manera, puedes disfrutar de lo bueno de conducir un vehículo nuevo sin preocuparte por las gestiones ni por el papeleo. Sin embargo, no todo el mundo sabe aprovechar sus ventajas.


Hay conductores que cometen muchos errores al contratar un renting tradicional que al final se traducen en gastos imprevistos o problemas cuando termina el contrato. Y aunque el concepto de 'todo incluido' suena bien, hay que prestar atención a la letra pequeña. Si estás pensando en dar el paso te contamos cuáles son los cinco errores más comunes y los consejos para renting que tienes que conocer.


No calcular bien el kilometraje anual


El primer error (y uno de los más costosos) es no ajustar correctamente los kilómetros incluidos en el contrato. La mayoría de cuotas de renting establecen un límite anual (por ejemplo, 10.000, 15.000 o 20.000 kilómetros) y aplican un coste extra por kilómetro recorrido.


El problema es que muchos usuarios lo calculan a la baja para pagar menos, y al final se llevan la sorpresa cuando termina el contrato.


✓ Consejo renting: piensa bien en tus trayectos habituales, anota los kilómetros que recorres de media en un mes y calcula una media anual (teniendo en cuenta vacaciones e imprevistos). Es preferible pagar un poco más al mes por un plan con más kilómetros que tener un recargo después.


No revisar en detalle las coberturas del seguro


Otro error bastante frecuente es dar por hecho que todas las coberturas están incluidas. La expresión 'todo incluido' puede cambiar según la empresa. Hay contratos que cubren daños propios, lunas, neumáticos, robo o incendio, y otros dejan fuera estas cuestiones.


Como consecuencia, puede que un pequeño siniestro que no estaba incluido en la póliza te acabe costando caro.


✓ Consejo renting: antes de firmar, revisa bien el contrato y lee la letra pequeña. Pregunta por la cuantía de la franquicia, la asistencia en carretera, si cubre daños por vandalismo y si tendrás vehículo de sustitución en caso de avería. No des nunca nada por sentado.


Ignorar las penalizaciones por cancelación anticipada


Los contratos de renting tradicional normalmente comprenden un abanico de entre 24 y 60 meses, y si lo das de baja antes de tiempo, seguramente tengas penalizaciones. Esto también va incluido en el contrato.


Si tus circunstancias cambian (mudanza, pérdida de empleo, poco uso del vehículo), puedes tener que pagar un porcentaje de las cuotas restantes.


Consejo renting: asegúrate de que entiendes las condiciones de cancelación antes de firmar nada. Si crees que tu situación puede cambiar en un futuro, quizá es mejor un renting flexible o una opción con la permanencia más baja.


No comparar correctamente lo que está incluido en la cuota


Puede ser que dos ofertas tengan la misma cuota mensual, pero un contenido diferente. Por ejemplo:


  • Una puede incluir mantenimiento integral, neumáticos, seguro premium y vehículo de sustitución.
  • La otra quizá solo una parte de esto, o nada.


Además, hay empresas que limitan los servicios. Por ejemplo, cambio de neumáticos cada 40.000 kilómetros o revisiones en talleres concertados.


✓ Consejo renting: al comparar rentings, pide siempre un desglose de lo que incluye cada cuota. Comprueba si hay límites, si el mantenimiento es oficial o concertado, y si los neumáticos o la asistencia en carretera están cubiertos. 


No documentar el estado del vehículo al principio y al final del contrato


El último error, pero no por ello menos importante, tiene que ver con la entrega y la devolución del vehículo. Cuando acaba el contrato, la empresa revisa el coche y puede cobrar cargos por un 'desgaste excesivo'. El problema surge sobre todo si no se queda documentado el estado del vehículo al inicio y al final. 


✓ Consejo renting: al recoger el coche, haz un vídeo o fotos desde todos los ángulos y que se vea bien el interior, los neumáticos, la carrocería y la matrícula. Anota y deja constancia de cualquier arañazo o desperfecto. Te servirá como prueba en caso de desacuerdo entre las dos partes.


El renting tradicional es uno de los modelos más cómodos para tener los gastos controlados. En OK Mobility te lo ponemos fácil con una única cuota mensual con todo incluido (seguro a todo riesgo sin franquicia, mantenimientos, reparaciones, impuestos, ITV y asistencia en carretera 24 horas). Además, puedes elegir tu nuevo coche sin hacer ningún desembolso inicial. ¡Son todo ventajas!

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