"¡Me he equivocado de combustible!" Esta es una frase que ninguno de nosotros desearíamos decir nunca, pero los accidentes ocurren. Puede que lleves un coche nuevo y te hayas confundido con respecto al combustible del anterior, o que estés conduciendo un coche que no sea el tuyo, como un vehículo de alquiler o uno de sustitución. Este tipo de situaciones son más normales de lo que parece, y lo mejor que puedes hacer en estos casos es no perder los nervios y seguir los siguientes pasos.
¿Qué hago si me he equivocado de combustible?
Un despiste de este tipo te puede salir muy caro. Si repostas diésel en un coche gasolina, seguramente vas a empezar a notar que algo va mal desde el momento en el que arranques, porque el vehículo irá dando tirones.
La solución en este caso pasa por hacer un vaciado del sistema y una limpieza del depósito y de todos los elementos del circuito. También habrá que cambiar el filtro del combustible. Ahora bien, si cuando notas que el coche empieza a fallar no te paras, el combustible equivocado llegará al catalizador, y habrá que llevar a cabo la sustitución de la pieza, lo que aumentará el coste de la factura de reparación.
Si te ocurre al contrario y pones gasolina en un diésel, las consecuencias dependen de la antigüedad del coche. Si es un diésel antiguo, los efectos no serán muy graves si no has echado mucha gasolina. Pero si es un diésel nuevo, notarás tirones desde el momento en el que arranques, y lo más probable es que el coche se pare.
Como en el caso anterior, habrá que vaciar el depósito y hacer una limpieza del circuito, cambiando el filtro del combustible. En los casos más graves habrá que proceder a cambiar piezas como la bomba de inyección o algunos inyectores.
Ya sabemos las consecuencias, ahora vamos a ver qué puedo hacer si me he equivocado de combustible para que la reparación tenga el menor coste posible.
Qué hacer si te das cuenta mientras estás repostando
Si percibes el error mientras estás poniendo combustible, corta inmediatamente el suministro, cierra el depósito y no arranques el coche. Comunica la situación al personal de la gasolinera para que cierren el surtidor y el resto de clientes sepan que no pueden utilizarlo.
En caso de que estés en una de esas gasolineras en las que no hay personal, señaliza que tu vehículo está inmovilizado con ayuda de los triángulos o, sencillamente, avisa a quienes estén esperando detrás de ti para repostar.
El siguiente paso es llamar a tu servicio de asistencia en carretera. Ellos enviarán una grúa que llevará tu coche al taller, aunque también cabe la posibilidad de que te manden a un especialista que pueda hacer la limpieza del depósito en la misma estación de servicio.
Qué hacer si me doy cuenta de que me he equivocado de combustible cuando ya he arrancado el coche
Lo normal es que no pase mucho tiempo desde que arrancas el coche hasta que te das cuenta de que algo va mal. En cuanto el combustible erróneo empieza a desplazarse por el circuito, el vehículo muestra síntomas de que está pasando algo. Lo habitual es notar tirones, problemas al acelerar, o incluso que el coche se quede parado.
Si te ocurre esto, para lo antes posible en una zona segura, señaliza tu vehículo y contacta con tu seguro para que te envíen asistencia en carretera y lleven tu coche al taller.
Un despiste habitual
Cuando nos ocurre una incidencia de este tipo, nos enfadamos con nosotros mismos y nos culpamos de lo sucedido. Sin embargo, hay que entender que esto no es el fin del mundo y que tiene solución, aunque nos pueda costar unos cientos de euros si nos damos cuenta del error cuando ya hemos arrancado el coche.
Según datos de las empresas de asistencia en carretera, cada año se notifican unos 72.000 supuestos de errores al poner combustible. Por eso, muchas de ellas ofrecen ya el servicio para la extracción del combustible erróneo in situ. Si el problema se soluciona en la propia gasolinera, una vez que el depósito está limpio, el afectado puede repostar el combustible correcto y salir circulando de allí con tranquilidad.
En la mayoría de los casos el error consiste en poner gasolina en un diésel. La manguera del diésel es más ancha y no suele entrar en los depósitos de gasolina, pero la de la gasolina entra a la perfección en la boca del depósito del diésel.
Lo importante es tener claro que, si me he equivocado de combustible, siempre será mucho mejor no encender ni mover el coche y ponerse en manos de especialistas lo antes posible.
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