Lagos de Covadonga

Lagos de Covadonga: ¿Qué hace a este enclave tan especial? Descubre las maravillas de la naturaleza que no te puedes perder.

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Los lagos de Covadonga son uno de los tesoros naturales de Asturias más visitados. Subir hasta ellos es toda una aventura que termina con un sentimiento de asombro ante lo bella que puede llegar a ser la naturaleza. Si te apetece visitarlos, te lo vamos a contar todo sobre ellos para que prepares bien tu visita.


Un lugar único que siempre es diferente

Este enclave natural, situado en el Parque Nacional de los Picos de Europa, recibe cada año a miles de visitantes llegados de todas las partes del mundo. 

Llama especialmente la atención que muchos de los turistas que acuden a esta zona ya la conocen bien. Esto se debe a que estamos hablando de un paisaje que enamora a todo aquel que lo ve. Sin lugar a dudas, a los lagos de Covadonga hay que ir, al menos, una vez en la vida. Y ten por seguro que, si vas, acabarás volviendo.

Su atractivo no radica solo en la belleza del paisaje, también está relacionado con lo cambiante que es el mismo. Porque el entorno que encuentras alrededor de los lagos, incluso el aspecto de las propias masas de agua, va cambiando a lo largo del año.

La primavera y el verano son épocas perfectas para hacer la visita, y es también cuando los lagos están más concurridos. Pero te animamos a que conozcas el aspecto casi mágico y tranquilo que ofrecen en otoño y en invierno.


Organiza tu visita a los lagos de Covadonga


Basílica y Cueva de la Señora

Al llegar a Asturias, puedes alquilar un coche para moverte a tu ritmo. Ponte el cinturón, arranca el motor, y pon rumbo a Covadonga, está solo a 8 kilómetros de Cangas de Onís, uno de los municipios más populares y más bonitos de la región.

A tu llegada a Covadonga te vas a encontrar con la basílica, que tiene un aspecto realmente espectacular. No dudes en hacer una parada técnica y visitarla sin prisa. Desde allí puedes ir dando un pequeño paseo hasta la Santa Cueva.


El mirador de los Canónigos

Finalizada tu visita a estos monumentos religiosos ubicados en plena naturaleza, es hora de volver al coche y comenzar la ascensión a los lagos de Covadonga, pero antes conviene hacer una parada para disfrutar más de la belleza del paisaje e incluso hacer algunas fotos.

Unos dos kilómetros después de dejar atrás la Santa Cueva, vas a llegar al mirador de los Canónigos, justo a mano izquierda, según vas subiendo por la carretera.

Un poco más adelante, a unos ocho kilómetros desde Covadonga, encontrarás el Mirador de la Reina, que ofrece unas muy buenas vistas de las sierras norteñas de los Picos de Europa y de Las Vegas. Si agudizas un poco la vista, podrá distinguir Cangas de Onís y hasta Ribadesella.

 

Llegada a los lagos de Covadonga

Los lagos están a unos 12 kilómetros desde la basílica, pero la carretera es escarpada y estrecha, así que te recomendamos subir con cuidado y sin prisa.


El lago Enol

El primero que te vas a encontrar es el lago Enol, situado a 1.070 metros de altitud, con unas aguas que alcanzan los 23 metros de profundidad en su parte meridional. Son aguas esencialmente frías, puesto que su origen es glaciar, y el lago permanece rodeado de nieve unos cuantos meses al año.

El lago Ercina

Si continúas la subida por la carretera un par de kilómetros más, llegas hasta el segundo de los lagos de Covadonga. El Ercina está situado a 1.108 metros de altitud y es un poco más pequeño que el Enol. Al estar a una mayor latitud, la vista de las montañas es mejor desde allí.

En caso de que seas amante de la fauna, presta atención durante tu visita. A ras de suelo puedes ver comunidades de aves como las cercetas o la focha, especialmente en el lago Ercina, y si miras al cielo seguro que ves aves rapaces como las águilas ratoneras o los alimoches.

El gran secreto: el tercer lago

¿Sabías que los lagos son tres y no dos? Existe un tercer lago, El Bricial. Una laguna temporal a la que solo se puede acceder caminando por los caminos de los pastores. Se tarda más o menos una hora si vas desde la ermita de Santiago en el Vale do Enol. Si después quieres continuar el paseo, justo enfrente tienes el hayedo del Monte Palomberu.


Una visita a los lagos de Covadonga es una experiencia única que no vas a olvidar nunca y que querrás repetir. Asegúrate de que sea todavía mejor, ascendiendo en un coche seguro y de la máxima calidad. ¿Estás pensando en alquilar uno para tu excursión? ¡Estamos a tu disposición!

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