La compra de un vehículo es una decisión que debe meditarse, ya que supone un desembolso importante que se suma a los gastos mensuales.
Por ello, hay que valorar tanto la cantidad a la que se puede hacer frente en los pagos como a las diferentes formas de financiar un coche. ¡Hoy te contamos cuáles son estas y por cuál debes optar según tus circunstancias!
Formas de financiar un coche y cuál elegir
Si tienes pensado comprarte un coche, en primer lugar debes hacer una valoración de cuáles son tus gastos totales. Se recomienda que las cuotas mensuales que se vayan a pagar no representen más del 20% de los ingresos totales que se tengan. Al hacer este cálculo y obtener cuál es tu máximo mensual aproximado, podrás pasar con la elección del tipo de coche que necesites y puedas permitirte pagar con comodidad.
Pero además de estos puntos, y ya que mencionamos la comodidad en el pago, otro factor determinante es el tipo de financiación por el que se opte. El tipo de interés, la flexibilidad o el número de cuotas son algunas de las características que habrá que tener en cuenta.
Con esto dicho, vamos a conocer las diferentes opciones y las ventajas de cada una de ellas.
Financiación con una entidad bancaria
Una de las primeras opciones que se valoran a la hora de financiar un coche es la de acudir a la propia entidad bancaria con la que se opera o, en su defecto, con otra que ofrezca la posibilidad. Por su capacidad, ofrecen múltiples variantes, que se han ido diversificando en los últimos años para hacer frente a las ofertas de financiación de los concesionarios, que representan una competencia.
Así, es posible optar a un préstamo personal o a uno financiero que sea específicamente para pagar las cuotas de un vehículo. La ventaja de este último es la de acceder a un tipo de interés más bajo que el que se utiliza en un préstamo corriente. Además, si se trata de tu entidad, es muy probable que puedan personalizarlo a tu medida.
La dificultad que presenta esta opción es que las entidades bancarias suelen ser bastante exigentes con los requisitos. Esto significa que tendrás que enviar tus nóminas o equivalentes e incluso tu declaración de la renta. Por otra parte, si ya dispones de préstamos preconcedidos, tienes parte del camino andado.
Financiación en el propio concesionario
La segunda forma más popular de financiar un coche es mediante el concesionario en el que se adquiere el vehículo. Si bien esta opción también supone estudiar el perfil del cliente, hay una mayor predisposición para la negociación. Por lo tanto, optar por esta vía es la mejor forma de conseguir financiación si has tenido dificultades con las entidades bancarias o buscas una mayor flexibilidad y comodidad con las cuotas.
Otra de las ventajas de esta vía, y que la convierten en probablemente la mejor forma de financiar un coche, es que puedes hacer todo el trámite en el mismo momento de la compra. Y en el caso de que ya tuvieras otro préstamo con tu entidad, no estarás elevando tu nivel de endeudamiento. Si tuvieras un imprevisto y necesitaras una ayuda extra, un alto nivel de deuda podría complicar tu situación. Por último, pero no menos importante, es que la tasa de interés en esta vía suele ser bastante atractiva.
En OK Mobility, no sólo tenemos una amplia flota de vehículos de todos los tipos, sino que contamos con distintas opciones de pago en lo que respecta al cómo y al cuándo. Puedes elegir la entrada inicial y cuánto quieres pagar mensualmente. En función de ambas, recibirás un descuento por financiación y un precio final especial para ti. Y si ya tienes un coche anterior del que quieres deshacerte, podemos utilizarlo como parte del pago.
Otras opciones para financiar un coche
Además de las dos mencionadas, hay otras maneras de financiar un coche. Una es el pago con tarjeta de crédito, que puede ser interesante cuando se trata de un vehículo de segunda mano. Hay que valorar que el tipo de interés suele ser muy alto, pero el resto de comodidades ya las conoces.
Otra forma que existe hoy en día es el alquiler con la posibilidad de compra después de un tiempo de uso y del pago de varias cuotas. Las ventajas iniciales son que solo tienes que preocuparte de repostar, y llegado el momento de decidir, ya conoces al vehículo. Como contrapartida, la flexibilidad en el pago es baja.
Por último, si eres una empresa o trabajas por cuenta propia, dispones del leasing, que es similar a la anterior, y del renting, que no permite la compra. Esta última es muy interesante porque puedes desgravar el IVA y realizar deducciones en los impuestos.
Si buscas la mejor forma de financiar un coche con condiciones personalizadas para ti, ¡elige el tuyo en la flota de OK Mobility y solicita nuestro asesoramiento!
publicación