La curva de depreciación de un coche

La depreciación de un coche, es decir, su pérdida progresiva de valor, te hará valorar otras opciones de disponer de un vehículo que no impliquen tenerlo en propiedad. ¡Sigue leyendo y te las contamos!

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Tener un vehículo propio tiene múltiples ventajas en cuanto a libertad de movimiento y comodidad. Pero también hay aspectos negativos como la depreciación de un coche. Esto es, su pérdida progresiva de valor. ¿Sabes que hay otras formas de disponer de un vehículo? ¡Sigue leyendo que te lo contamos!


¿Qué es la depreciación de un coche?

Todo en la vida va perdiendo valor. Incluso los humanos vamos perdiendo algunas facultades con el paso del tiempo. En el sector automovilístico, desde que un vehículo sale del concesionario, dicho valor comienza a perderse. Incluso si solo has dado una vuelta con él, el hecho de haber cambiado de propietario ya tiene un impacto directo sobre el precio por el que podrías venderlo.

En concreto, una vez que un coche es vendido, el valor baja en un 10%. Cuando cumple su primer año, pierde otro 10%, y así sucesivamente a medida que pasa el tiempo. La media refleja que este porcentaje puede llegar al 60% en los cinco primeros años.

Comprar un coche que no sea a estrenar, pero que esté prácticamente nuevo, como pueden ser los coches de ocasión, hará que te ahorres esa depreciación del coche inicial, pero te seguirá afectando en los años posteriores.

Diferencias en la depreciación de un coche

Aunque la depreciación de un coche afecta a todos, no lo hace de la misma forma para todos. Aquellos vehículos de marcas más atractivas o con mayor prestigio, sufrirán una pérdida menor de su valor.

Si aún estás valorando la opción de comprar un coche y el que vas a elegir tiene una antigüedad inferior a los dos años, nuestra sugerencia es que consultes cuánto valor ha perdido ya. No solo de cara al precio que vayas a pagar, sino porque se trata de información de tu interés de cara al futuro.

No obstante, lo ideal es conocer con exactitud la edad del vehículo, así como el número de propietarios que ha tenido antes y la fecha en la que salió del concesionario. Para conseguir todos estos datos, basta con que solicites un informe del vehículo.

Los coches de ocasión se encuentran en una situación un tanto atípica, dado que estos están sujetos a la ley de la oferta y de la demanda. En función de cuánto se apueste por éstos o del éxito que tenga una marca o un modelo en particular, el valor de venta se verá incrementado o disminuido, de manera paralela a la depreciación del coche.

Cuando un coche se pone de moda, esta pérdida de valor puede verse congelada temporalmente. Pero una vez que se pase su etapa de gloria, la depreciación se incrementará de manera súbita, porque pasará a caer en el olvido. Otros factores que inciden en aquella son los golpes o desperfectos que pueda haber sufrido.

En cualquier caso, debes ser consciente de que la pérdida del valor te afectará siempre, sin importar el coche que tengas o su antigüedad. Pero saberla, te facilitará la venta una vez haya llegado este momento.

¿Cómo evitar la depreciación de un coche?

Hay consejos que pueden seguirse a la hora de comprar un coche que pueden ayudarte a que la pérdida de valor sea menor o que sea progresiva. Por ejemplo, elegir colores que sean neutrales, como el blanco o el negro, y no los chillones o poco habituales; mantenerlo limpio y cuidado tanto por dentro como por fuera; optar por modelos con tecnología avanzada y con un número de kilómetros recorridos reducido.

Sin embargo, hay una forma eficaz de olvidarte por completo de la depreciación de un coche, ¡y esta es optar directamente por no comprarlo! El mercado está cambiando, porque así lo están haciendo nuestras necesidades actuales.

La compra de un coche no solo acarrea esta pérdida de valor continua, sino también una serie de costes muy elevados. Como son el seguro y los impuestos, la plaza de parking si la tuvieras, el combustible, el mantenimiento y las revisiones, la reparación de las averías, etc.

Ahora, hay una mayor flexibilidad en el alquiler de los vehículos, y además del sistema tradicional por el que apostamos en vacaciones o el renting, más enfocado a las empresas, puedes elegir la suscripción de coches, que funciona como las que tienes para la televisión o para practicar deporte desde casa.

Pagas por lo que utilizas y así solo tendrás que abonar el combustible y el peaje si fuera necesario. ¡Súmate al cambio y di adiós a la depreciación del coche y a todos sus gastos!

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